El Resonador de Campo Abierto usa la misma tecnología que el otro equipo pero el resonador no es un cilindro cerrado. El paciente descansa sobre una camilla en el centro, el técnico lo ubica de forma que el imán se coloque sobre el área de interés y el resto esté completamente fuera de la máquina. Para las Resonancias de cabeza, cuello y cerebro, se coloca una especie de casco (imanes de superficie).
Las posibilidades de este equipo para el estudio de las distintas regiones del cuerpo son más limitadas: cabeza, cuello, cerebro, cadera, rodillas, tobillos y pies. Ello se debe a una menor intensidad de campo, lo que determina una menor resolución espacial. También se indica a pacientes claustrofóbicos que no toleren las ventajas de la nueva tecnología, mencionada en los párrafos anteriores.